lunes, 16 de julio de 2007

VIENTOS DE CAMBIO (SE NECESITAN)


Mientras comienza a pregonarse con bombos y platillos una nueva edición del Pepsi Music, sin más confirmaciones que Marilyn Manson, Heroes del Silencio y Molotov (¿otro regreso 2007?) como principales atractivos, ya se escuchan y leen quejas y protestas de parte del público potencial.
Las razones son variadas y los argumentos diversos. Para la última edición de Cosquín, en otro blog resalté algunas cuestiones respecto de la necesidad de cambio del festival de Nueva Tribu. Algunas de esas cuestiones pueden aplicarse también al conjunto de festivales que florecen aquí y allá en Argentina.
Afortunadamente han quedado atrás las oscuras épocas en las cuales la convivencia de tribus era imposible. En la actualidad pueden tocar Carajo, Babasónicos y Las Pelotas (por ejemplo) la misma noche sin grandes inconvenientes, salvo un aislado grupo fundamentalista.
Sin embargo, comienza a percibirse cierto hastío del público. Las grillas sólo incluyen una o dos novedades de cierta trascendencia y los mismos grupos de siempre. ¿Como sucede esto si hay tantas bandas? Tanto el Quilmes como el Pepsi en Buenos Aires y Cosquín Rock en las sierras cuenta con una lista de artistas similar (en la que a su vez predominan los pertencecientes a Pop Art) y dependen, en muchos casos, de las giras por Sudamérica de los artistas extranjeros.

Perdida ya la novedad que representaban hace algunos años, la continuidad de estos eventos no corre peligro mientras la rentabilidad esté asegurada. Por el momento nada hace imaginar que los asistentes mermen de manera significativa. De cualquier manera, no estaría mal que las productoras encargadas comiencen a tomar nota de algunas demandas del público. Después de todo, se trata de quienes justifican la realización del Pepsi o de Cosquín.
Es bastante obvio que la saturación y el agotamiento de la misma fórmula conducen al desinterés del público. El costo de las entradas tampoco es una ganga. La conjunción de entradas elevadas y artistas para nada novedosos o atractivos no suele mantener el acompañamiento de la gente de modo permanente. Aunque el Pepsi anuncie como lema "un festival, infinitas posibilidades", si no comienza a buscar variantes, su pretensión de ser el más convocante e importante de la Argentina puede quedarse en una mera caricatura. Tener la grilla más extensa no necesariamente significa tener la mejor calidad.
Pop Art lo sabe, los medios lo saben y gran parte del público lo sabe. Todavía están a tiempo de cambiar aunque desde aquí dudemos bastante de su capacidad de reacción.

2 comentarios:

santic dijo...

yo creo que este año al Pepsi Music se le va a cortar el chorro... casi ninguna de las bandas grossas va a tocar por diferentes motivos (fechas cercanas, salida de discos, etc)
lo unico que quizas salve las papas son los artistas internacionales, que tampoco me parece que sean una cosa que vaya a romper todo.
creo que se debe un poco a que el primer peloton de bandas se ha despegado mucho del resto, y las bandas que vienen detras (haciendo obras por ej) suenan pero tampoco tienen mucho espacio para crecer. estoy de acuerdo con que efectivamente hay cierto hastio con las formulas que se han utilizado en estos ultimos años de fenomeno de 'rock nacional'

Facundo Miño dijo...

Me parece que todavía no se va a cortar el chorro, calculo que les queda un tiempo todavía con viento a favor.
Efectivamente faltan muchas bandas populares y convocantes. Pero pasó en Cosquin también.
Es un buen punto la idea de pelotones bastante distanciados entre sí. Unas cuantas de las que hacen Obras pueden seguir creciendo pero el sistema es mezquino y no se hacen apuestas a ese pelotón. Sólo van a lo seguro, a lo que está comprobado que dará ganancias. Y allí, me parece, radica el problema fundamental a resolver.