lunes, 29 de diciembre de 2008

FUE



No pienso intentar ningún tipo de balance sobre el 2008 que ya casi terminó. Hay ciertas lógicas periodísticas que no me interesan ni satisfacen. Por tanto, evitaré repetir uno de los tópicos más usuales en esta época del año. Cada cosa que hice, cada post que escribí, cada paso que avancé valió la pena más allá de molestias y trabas que siempre aparecen. Me quedo con el viaje a Buenos Aires para ver a los fantásticos e insuperables Skatalites: cada vez que escucho Phoenix city se me eriza la piel y recuerdo mis lágrimas con una lata de cerveza en la mano sin poder creer que cumplía ese sueño postergado. Este blog regresa a la actividad el año próximo.

LA ESTACIÓN PREVIA


La de Dios sube la apuesta y prepara un festival en las sierras de Córdoba que, de alguna manera, funcionan como una previa del Carlos paz and Love. En la misma villa serrana donde se llevó a cabo el último Oye Reggae, el staff del gran programa de reggae que sale por Rock and Pop prepara el desemabarco de un colectivo de Dj's y un par de bandas para renovar el romance de los ritmos jamaiquinos y el paisaje serrano de la provincia.
La cita fue programada para el 10 de enero próximo, las entradas costarán $20 y se venderán en Playa Nabisco de Villa Rumipal. Como maestro de ceremonias, Santiago Palazzo (conductor y alma mater del programa radial) anticipará parte de su performance porque la semana siguiente cumplirá el mismo rol en el festi-reggae de Carlos Paz.

Bonus track: las confirmaciones en la grilla para el Carlos Paz and Love no se detienen. A la figura de Fidel Nadal se sumaron en los últimos días nombres de peso a nivel internacional como Mad Professor y Macka B. La página web del evento ofrece un impecable cuadro con los artistas confirmados y los puntos de venta.

Bonus track 2: el sitio rosarino Yeah Positive preparó un completísimo informe con los datos necesaria para viajar desde diferentes puntos del país y alojarse en la villa serrana.

domingo, 28 de diciembre de 2008

NOTA DE TAPA

El suplemento Radar de Página 12 publica hoy un adelanto de A todo volumen, un libro escrito por Sebastián Ramos, con la colaboración de Marcelo Morán, que realiza un recorrido (arbitrario, por supuesto) por una centena de portadas en las que el rock argentino fue formando su identidad (difusa, compleja, contradictoria) a través de imágenes y estéticas diversas.
Los músicos, diseñadores, ilustradores y fotógrafos involucrados revelan algunos secretos e historias dignas de mención en torno a aquellas tapas más o menos emblemáticas
. El gran inconveniente radica en el elevado costo que tendrá la publicación ($130 cada ejemplar), aunque quienes lo consigan podrán contar con un material muy interesante sobre una parte nada menor de lo que implicaba la unidad álbum (la gráfica) que durante muchísimo tiempo fue un elemento constitutivo del disco, apenas por debajo de las canciones.

Actualización 07/01: el portal Rock.com.ar publicó hoy una pequeña reseña del libro en cuestión al que califica como un libro formidable.

APAGUÉ LA TELE


La mudanza que hice hace un par de meses a un departamento donde soy amo y señor, no doy explicaciones a nadie y vivo en soledad fue posible gracias a las amistades que me cedieron gran parte del mobiliario imprescindible para sobrevivir en la jungla de cemento. Heladera, lavarropas, televisor, sillón, mesa y sillas se instalaron conmigo bajo la modalidad de préstamo. En el camino, tuve que devolver la TV porque mi prestamista se quedó sin ese vital aparato. Pese a que pago el cable comunitario ($17 por mes), llevo prácticamente un mes sin la caja boba y no me quejo. Los tiempos se aprovechan de otra manera cuando el televisor deja de reinar y le cede el trono a otros dispositivos igual o más entretenidos. La radio y el winamp ganaron terreno, fundamentalmente porque pueden combinarse con la lectura de manera armónica.
Pero sucede que la programación radial de la ciudad de Córdoba apesta. En casi todas las estaciones suenas las mismas canciones y apenas unos pocos temas se salen de la norma. En ese contexto, el formato mp3 se fue convirtiendo en mi principal acompañante. Pero (otro pero más), quien escribe aquí es un animal de radio por costumbre, por herencia, casi por naturaleza. Así como me resulta imposible pensar la vida cotidiana sin música, la desconexión sideral entre mis gustos y las programaciones de fm locales me generan una enorme incomodidad. Imposibilitado de pagar un servicio de banda ancha (el salario de empleado de comercio excluye esos lujos), sin chances de utilizar alguna conexión ajena (hubo un pequeño espejismo que duró muy poco), parece que encontré una alternativa que momentáneamente me satisface en gran medida.
Entre la enorme maraña de blogs que vale la pena recomendar volveré a insistir con un caso particular que me sigue dando alegrías: Lo mejor de los medios. Desconozco más datos del autor que los publicados en su perfil de blogger, jamás intercambiamos un mail ni comunicación alguna. Creo que no comenté en ninguno de sus post y él tampoco en los míos. Simplemente me parece genial la posibilidad de descargar fragmentos y programas completos de la radiofonía argentina a través de blog. Muchos de los segmentos incluidos no cuentan con posibilidad de ser escuchados en vivo y en directo por el dial cordobés y allí radica uno de los mayores encantos de Lo mejor de los medios. La otra gran virtud es la posibilidad de escuchar cuando uno quiere y donde quiere los diferentes contenidos disponibles. Por supuersto, muchos archivos pierden actualidad con el paso del tiempo aunque muchos otros siguen valiendo la pena. Mi gran aliado para sobrellevar el veranito cordobés sin TV es virtual.

LA ÚTIMA VUELTA


Anoche se cerró formalmente la temporada 2008 de recitales para quien escribe en este blog. En Casa Babylon con una concurrencia apenas aceptable se llevó a cabo el Skapando 2008, tal como viene ocurriendo desde hace unos cuantos años.
Siempre siento algo de envidia a esos grupos de amigos que asisten a recitales en gran número. Mi gran compañero de ceremonias (viaje a Obras, carpas en Capilla del Monte y anfitrión durante años en Cosquín) se fue a vivir a Alemania y me dejó huérfano hasta la fecha. Otro habitual compañero de emociones se encuentra viendo crecer a su primogénito en tierras bolivarianas. Me alegro por ambos aunque siento sus ausencias y los recitales en solitario se volvieron una constante.
En eso pensaba cuando por la puerta del reducto del Abasto aparecieron unas cuantas caras conocidas que suelen hacerse presente cada vez que Inauditos pisa el escenario de Casa Babylon. Son aquellos que me iniciaron en el ska de
Madness y Specials hace una década. Sobre el escenario ya estaba La Estazion, el grupo con mayor proyección a futuro de la escena reggae local. Son muy jóvenes, tocan bien, tienen ideas y variedad estilística. Hace rato que el violín dejó de ser una rareza dentro del mundillo rocker pero en la escena reggae sigue pareciendo una novedad. La Estazion aprovecha con astucia ese elemento para darle un toque original a su propuesta. Les sigue faltando un buen cantante o un showman para completar un producto sólido cuya única falencia radica en el manejo de las voces.Se fueron bastante apaludidos y cerraron un buen año para el grupo.
La noche continuó con La Traktora a puro punk-ska y notorias influencias de Ska-p. Aunque el diario La Voz del Interior los considere "la referencia cordobesa del género jamaiquino", está bastante claro que lo suyo transita por otros carriles más allá de su estética de rigurosas camisas y corbatas. Hay ska pero el sonido generalmente muta hacia su costado punkie, abundantes solos de guitarra y canciones desprolijas pero intensas. No tengo nada contra ellos pero su música no me llega ni contagia. Su versión de Lamento boliviano confirmó aún más mis sensaciones.
Para el final, luego de una espera prolongada, quedó Inauditos. Prepararon una escenografía compuesta de globos junto a dos banderas laterales y mucho papel picado que voló incansablemente durante su set. La murga ska fue el puntapie para los viejos clásicos (La danza del estafador, el cover de Madness One step beyond, Jaques) y un par de composiciones nuevas (muy necesarias, por cierto) antes del siempre divertido final de Vino cartón. Sonaron bastante ajustados y tuvieron la delicadeza de invitar a una vocalista femenina que se lució rodeada de muchachos de saco y corbata. Como cuenta pendiente les resta volver a insertarse en el circuito y tocar con mayor regularidad, una de las apuesta de cara al 2009. Otro Skapando, otra vez Inauditos y cierta sensación de deja vu por la presencia de cierto público que sigue yendo a verlos pese a los años transcurridos.

sábado, 27 de diciembre de 2008

NO ESTOY SOLO



Conseguí un ejemplar de El león, la biografía autorizada de LFC escrita por Esteban Cavanna que salió hace poco tiempo al calor del regreso cadillac. Apenas comencé a hojearlo (el prólogo de Pergolini no aporta nada salvo su nombre en los créditos) y encuentro, como primer artículo del texto, un fragmento de aquella nota de Madhouse escrita por Mariano Miramontes (mi pequeña biblia). Aparece en el libro bajo el título de Breve introducción a los ritmos jamaiquinos. Aparentemente no fui el único que tomó aquel informe como un marco de referencia ineludible para introducirse en el mundo sonoro y estético del ska. Nunca más volvía a leer otros textos de Miramontes (salvo una reseña del show de regreso de The Selecter en el mismo número 91 de Madhouse) pero su inclusión en El león no me sorprende porque su extraordinaria capacidad de síntesis es un gran punto de partida.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

ÚLTIMA CHANCE


El 2008 se termina y Casa Babylon ofrece uno de sus clásicos Skapando para el último sábado del año. Con La Traktora nuevamente presente (este año se agrega La Estazion), los amigos de Inauditos vuelven a hacer de las suyas en el escenario que más conocen en la ciudad. Se trata de la última chance del año para ver ska de influencias británicas y tener una perfecta banda de sonido para el año que se va.

sábado, 20 de diciembre de 2008

PROMESAS SOBRE EL BIDET


Por ahora ando con poco tiempo para postear y esos momentos no suelen coincidir con el acceso a banda ancha. Esta semana que llega a su fin casi no tuvo actualizaciones pero mucha lectura: terminé La Jungla polaca de Kapuscinski, Las ideas del rock de Sergio Pujol y No habrá más penas ni olvido de Soriano. Junto a España, decí alpiste de Hernan Casciari, Plop de Rafael Pinedo y Hablando con el Diablo de Ricardo Orizio serán las próximas reseñas en cuanto a libros.
¿Discos? Hace mucho que no escucho material nuevo y me estoy castigando a puro ska y reggae apenas matizado con The Clash. Y como es sábado, hace mucho calor y mañana no trabajo me voy a beber abundante cerveza.

martes, 16 de diciembre de 2008

BESTIARIO


Quienes visiten con frecuencia Stay Free seguro lo notaron. Aquellos que todavía no tengan el hábito incorporado de pasar por allí pueden encontrar una buena excusa. A fines de noviembre apareció la primera entrega de las crónicas sobre la mítica realización del festival de Radio Olmos. Hace algunos días se publicó la segunda parte del asunto. Los artículos están firmados por Miriam Maidana, la nueva incorporación al staff del blog. Dedicadas al mundillo musical, sus columnas aparecen sábado de por medio y se pueden leer en conjunto bajo la etiqueta de Vida de ratas.


Actualización 20/12: ya está on line la tercera serie de Radio Olmos.

domingo, 14 de diciembre de 2008

CÓMO VINO LA MANO


Allá por 1998 yo estaba en el final del secundario. Había dejado atrás de manera casi definitiva mi consumo de música metalera y escuchaba un abanico de estilos más amplio aunque prestaba especial atención a un par de compañeros que ya no escuchaban Ramones exclusivamente y mencionaban grupos como Madness y The Specials. El ska era todo lo novedoso que podría ser para un pibe que todavía no contaba con reproductor de cd y apelaba a los viejos casettes vírgenes para copiar todo lo que encontraba a mano.
En agosto de ese año adquirí una revista Madhouse (que todavía conservo, número 91 según consta en su tapa). iniciando una larga segudilla de ejemplares comprados vaya uno a saber con qué dinero. Aquel número del mes de agosto incluía un informe ska firmado por Mariano Miramontes que me sirvió como marco de referencia para entender mínimamente cómo venía la mano en cuanto a los ritmos jamaiquinos. A modo de pequeña biblia iniciática, mucho antes de la llegada de internet y banda ancha domiciliaria, la nota fue mi guía en la que no olvidé nombres, bandas, sellos y etapas del género.
Diez años más tarde, acabo de devorar el libro La manera correcta de gritar. Ska, 2 tone y rude boy en la Argentina, escrito por Daniel Flores (músico de Satélite Kingston y periodista del diario La Nación) en el que vuelvo a encontrar algunos nombres de ese informe casi fundacional para mi. En este blog ya nos hicimos eco de su aparición y habíamos rescatado una frase del autor en una nota publicada en el suplemento Radar de Página 12.
Dividida en 9 capítulos temáticos, la obra aborda el largo y sinuoso camino del ska en la Argentina desde el primer rude boy solitario Ronnie Montalbán, a fines de la década del 60, hasta la actualidad aunque con la salvedad de no incluir los últimos años por tratarse de un presente en construcción según las palabras del autor. Articulado como un largo relato coral, se cruzan anécdotas, experiencias, opiniones y recuerdos de unos 50 entrevistados para la ocasión que estuvieron ligados a las disitintas etapas del ska en nuestro país.
Casi no hay textos propios de quien firma el libro. El trabajo de Daniel Flores consiste en ordenar, editar y contraponer las versiones y visiones de los involucrados; sus pensamientos de aquellos años y sus miradas del fenómeno desde el presente. En ese sentido, la tarea del autor es tan atinada como necesaria y efectiva. Poco a poco el lector puede ir reconstruyendo los aires de época que dominaron durante la primera explosión del género, la creciente popularidad de los Fabulosos Cadillacs, la moda que se impone a fines de los 80, su desaparición casi total en la década pasada y el renacer de la escena a partir del cambio de siglo.
De los testimonios recogidos para La manera correcta de gritar se desprenden unas cuantas coincidencias y varias discrepancias. Músicos actuales, ex integrantes de bandas más o menos importantes de aquellas etapas (Los Intocables, Los Chiflados, Romana Patrulla, Skabú Simbel, Los Oxidados, Espías Secretos), público y hasta bailarines más o menos oficiales desfilan por las páginas del libro hablando de los recitales, las vestimentas, usos y costumbres que caracterizaron la escena por aquellos años.
Algunos grupos terminaron implosionando de manera interna, otros fueron arrastrados por la inercia de la caída cuando una moda desaparece y unos pocos sobrevivieron hasta hoy. Por supuesto, hay pases de factura, algo de pose y cierta lavada de manos (la era de skinheads en recitales no está del todo clara y nadie se hace demasiado cargo de su responsablidad en la adquisición de tan bonito público). Pero también abundan testimonios donde la amistad, la fraternidad y la camaradería dominan el ambiente. Relatos épicos, divertidos y curiosos se encadenan para explicar amistades nacidas por afinidades estéticas y musicales que perduran hasta hoy.
Los dos últimos capítulos no tienen desperdicio. En this fashion is my only culture (fragmento de una letra de The Specials) los testimonios hacen foco sobre los consumos propios del seguidor ska de antaño: vestimenta, indumentaria, vinilos y cuevas donde conseguir los elementos de pertenencia a la cultura rude boy argentina. Por su parte, ¿Dónde están ahora? es un necesario panorama de la actualidad de los entrevistados: su ocupación actual y su vinculación con la escena ska argentina en los albores del 2009. Vale la pena dedicar algunas palabras al cuidadoso diseño del libro. Con estética en rigurosos blanco y negro (y abundantes cuadriculados), las fotos de archivo, flyers y reproducción de portadas de algunos LP's, le otorgan a la obra de Flores un acercamiento al libro objeto que es consecuente con las ideas estéticas del ska pese a algunos errores tipográficos que debieran corregirse en próximas ediciones.

Bonus track: el autor aclara que esta historia se sigue escribiendo en Satélite in blog, el espacio donde justamente se gestó La manera correcta de gritar.

sábado, 13 de diciembre de 2008

ERAN OTROS TIEMPOS


La revista cultural Ñ publica hoy una edición especial con 25 años de cultura en democracia. Allí; junto a otros artículos dedicados al cine, teatro, literatura y debates intelectuales, aparece un repaso del rock nacional de la época con la firma de Alfredo Rosso, una auténtica garantía al respecto.

Bonus track: si alguien todavía no lo sabe, Rosso tiene blog propio.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

EL ANTICIPO DE LAS FIESTAS


Ayer llegaron 36 cajas con libros como refuerzo para fin de año. Hoy solamente 30. Internado en el depósito no tengo tiempo (y ganas tampoco) de escribir.

lunes, 8 de diciembre de 2008

FIESTA MONSTRUO


La reaparición de Los Fabulosos Cadillacs en los escenarios huele un poco a moda. Con el revival de los regresos de The Police y la conclusión de la gira Me verás volver de Soda Stereo, el imaginario promedio ya agotó la cuota prevista para este tipo de reuniones y cualquier noticia de estas características despierta suspicacias.
En ese marco, el Satánico Pop Tour que desembarcó el fin de semana en Córdoba oficiaba como un hecho consumado y previsible al que solo le faltaba el nombre que tendría la gira. Era un secreto a voces muy anterior a la campaña publicitaria de carteles en la vía pública y al anuncio de su show en el Planetario capitalino de meses atrás.
El mainstream vio el jugoso negocio que representa la asociación con bandas insignias en el rock argentino que hace rato no tocan juntos y puso una generosa torta de billetes que suelen tentar hasta los más rebeldes e iconoclastas de nuestra fauna. Los auspiciantes no pueden revivir a Luca, Miguel Abuelo o Pappo pero lo harían sin pestañear, relamiéndose por los generosos dividendos que traería resucitarlos.
Si bien el retorno Cadillac no escapa a ese peligroso pantano donde las consideraciones artísticas ceden demasiado terreno al aspecto puramente emocional, es justo y necesario recalcar que no todo parece encausarse dentro de ese saco de fuerza exitoso en lo comercial aunque pobre en lo estético. Como prueba de ello se pueden enumerar algunas estaciones en las que se detuvo el repertorio del sábado pasado en el Chateau Carreras ante unas 20 mil personas, aproximadamente: Paquito, El aguijón, Saco azul y Guns of Brixton (¡en los bises!), canciones que no están grabadas en la memoria del público masivo. En ese mismo sentido se inscriben los arreglos de vientos para nada tribuneros de Siguiendo la luna y la versión impresionantemente lúgubre de Los condenaditos.
Apenas pasadas las 21:30, Manuel Santillán, el león marcó el demoledor arranque que no perdió intensidad pese a su corte abrupto. La banda aguardó unos pocos minutos sobre el escenario mientras se solucionaba el problema técnico y continuó con Mi novia se cayó en un pozo ciego. Con el campo abarrotado de gente, el salto parecía unir a todos en un mismo movimiento y en las pobladas tribunas el piso temblaba literalmente. La lista dio paso a Estoy harto de verte con otros y a la extraña mezcla de El genio del dub y Radio Kriminal, incluida en La luz del ritmo, el disco que trajo aparejado la reunión Fabulosa. Con el correr de las canciones decayó levemente el fervor cuando sonaron Muy, muy temprano y el cover de Ian Dury Wake up and make love to me. No tardó en volver a levantar temperatura tras la presentación de Luciano Junior (primer percusionista de la banda) y de Pablo Lescano para interpretar la hiper difundida Padre nuestro. El líder de Damas Gratis es una auténtica estrella y lo sabe. Con un par de tonos sobre su teclado se metió al público en el bolsillo y lo manejó a voluntad al punto de lograr que todos imitaran sus movimientos cumbieros a puro carisma y ritmo dulzón.
Promediando el set fueron apareciendo cada vez más clásicos interminables. Gitana, Santa Carmela, Calaveras y diablitos, Mal bicho y un extenso etcétera dijeron presente en la cita de sábado. Rotman saltó durante toda la noche mientras dirigía las arengas hacia el público; Flavio correteó por toda la superficie del escenario y Vicentico se movió a sus anchas, bastón en mano, en el perfecto rol de showman mala onda aunque bastante más edulcorado para esta ocasión. Por supuesto, hubo espacio para homenajear al desaparecido Toto Rotblat cuando todos los músicos abandonaron el escenario mientras desde las pantallas laterales se mostraban imágenes del percusionista y los tambores ambientaban el final de Los Condenaditos.
¿El resto? Los demás músicos se limitaron a cumplir su papel sabiendo que compartían la actuación estelar de la noche aunque en segundo plano. Sólo Dany Lozano y Fernando Ricciardi se lucieron en diferentes solos. Sobre Matías Brunel, el guitarrista nuevo, poco se puede decir: sus supuestos méritos y defectos no pudieron apreciarse ni siquiera para calificar su performance. Estuvo estático, casi a oscuras y sin momentos para destacarse. Quizás allí radique la mayor incógnita sobre la actualidad de LFC. Aunque la música de la banda nunca tuvo una presencia fuerte de guitarras (de la etapa de Minimal casi no seleccionaron canciones), el volumen tan bajo de la viola impedía que los Cadillacs sonaran compactos en el conjunto.
Al público no le importó este detalle: coreó El satánico Dr Cadillac y la larga lista de bises que incluyó Basta de llamarme así, Vos sabés, Vasos Vacíos con Mimí Maura, Matador y el cierre definitivo con Yo no me sentaría en tu mesa.
El primer test del Satánico Pop Tour en la Argentina estuvo plagado de hits radiales, canciones populares y patrocinadores que festejan la masividad del regreso de los Fabulosos Cadillacs en grandes estadios. Pero también incluyo ciertas dosis de riesgo artístico, nuevo repertorio y una búsqueda estética que descarta la mera agrupación de clásicos como único método para llevarse billetes al bolsillo.

domingo, 7 de diciembre de 2008

BULLICIO REFRESCANTE


Viernes por la noche en Casa Babylon. Los locales 250 Centavos llevan adelante un set desprolijo pero entusiasta a puro ska punk. Tienen algo de público propio que canta sus temas y poguea en fraternidad mientras festeja la actuación de la banda en actividad más emblemática del punk cordobés. Desde arriba se agita, se arenga y se agradece la respuesta de sus seguidores y los aplausos de los que observan mientras esperan el plato fuerte de la noche.
En lo que va de 2008, Karamelo Santo tuvo una única visita a la ciudad de Córdoba (un recital gratuito en conmemoración del 24 de marzo de 1976) y un show suspendido por problemas personales de algunos integrantes de la banda. La expectativa entonces crece porque el año anterior no llegaron hasta aquí, un lugar que los suele recibir con bastante frecuencia. Sin embargo, la planta alta del salón del Abasto no se encuentra habilitada y la planta baja alberga gente pero está lejos de completarse. Probablemente la idea de programar espectáculos en los primeros días del mes asegura mayores posibilidades de éxito pero si todos los productores y antros organizan fechas se quitan público entre sí y el éxito se vuelve esquivo para la mayoría. Acodado en la barra, con camiseta de la selección nacional y el nombre de Tévez en la espalda, anda Hugo Lobo, el líder de Dancing Mood y trompetista invitado de la gira de los Cadillacs que serán los únicos verdaderamente convocantes del fin de semana.
Karamelo Santo salió a llevarse todo por delante sin preocuparse por la cantidad de asistentes. Es una constante de sus presentaciones, sus shows más pequeños en cuanto a convocatoria han resultado los más disfrutables en sí mismos. El sonido arrancó bastante por debajo de lo adecuado, con acoples y las voces muy tapadas por la música. Pero gradualmente fue mejorando hasta llegar a un nivel óptimo. Los mendocinos hicieron lo que mejor saben hacer: tocar canciones propias y ajenas que abrevan en el reggae, ska, cumbia y ritmos latinos, adobados con guitarras fuertes y vientos al tono. Pasearon por toda su discografía y ofrecieron un show muy contundente.
Aunque en sus discos parecen retomar cierto aire punkie de los comienzos a la vez que se diluyen los elementos provincianos tan característicos, sus presentaciones en vivo dejan de lado estos matices y refuerzan su lado telúrico. Las interpretaciones de
El alcatraz (donde la impronta folclórica se percibe más allá de su adaptación rocker) y La piedra en el agua así lo atestiguan. Incluso su versión del clásico de Marley So much trouble en ritmo de cumbia destaca por su perfecta amalgama de arreglos reggae en medio de una base que bien podría pertenecer a Damas Gratis. Allí aparece uno de los mayores méritos de Karamelo Santo porque sus lecturas con tonada y sabor local de clásicos indiscutibles (Wonderfull world es otro ejemplo válido) lejos de faltarles el respeto, los recrea de manera armoniosa para mostrar su universalidad. Afortunadamente las composiciones propias hace rato que igualaron el nivel de los covers que tocan. Ese himno a la perseverancia que se llama La lava y ese grito contra la discriminación denominado Hitler en la radio pueden certificarlo como antes lo hicieran Barajas o Recuerdo tu futuro hoy.
El cierre quedó con No tan distintos, la canción de Sumo, en versión ska ultraveloz. Lo único que faltó en la noche fue un marco de público mayor. Aunque, cada tanto, resulte refrescante poder observar a Karamelo desde la comodidad absoluta. Si hasta el dueño de Casa Babylon (fan confeso del grupo) charlaba con el público sobre las bondades escénicas de los mendocinos, una postal por demás extraña cuando los asistentes desbordan el reducto.

LO QUE PUDO SER Y NO FUE


Parecía factible. Sonaba alcanzable. Había antecedentes en este 2008 que alentaban la realización de un festival de dos días de duración con 25 bandas locales en un lugar emblemático. El necesario punto de partida para que el rock de Córdoba empiece a crecer en serio y de muestras de vitalidad sin recurrir a artistas foráneos para convocar al esquivo público de la ciudad. La apuesta era alta pero sobraba optimismo y ganas de lograrlo. Terminó siendo un evento pequeño que quedó mocho a mitad de camino. Culminó en forma abrupta, con una de las fechas cancelada, demasiado cerca del papelón.
¿Cómo se llegó a semejante desenlace? Una serie de factores conectados de manera aleatoria desencadenaron un resultado final que está muy lejos de los objetivos planteados y que suma una mancha más a la agobiada escena cordobesa.
Originalmente previsto para el fin de semana del 29 y 30 de noviembre pasado, el Griego Rock sufrió una repentina reprogramación por razones climáticas. La intensa lluvia del viernes 28 y el pronóstico desalentador para los días subsiguientes originaron la acertada decisión de cambiar la fecha estipulada. Pero en la elección posterior se produjo el primer gran error: jueves y viernes son días laborales y de estudio para la enorme mayoría del público que acude a recitales. Se mantuvo la grilla y horarios y se pretendió contar con el apoyo de la gente en las mismas condiciones que el fin de semana anterior. Nada de eso ocurrió.
La convocatoria del jueves fue absolutamente exigua. Sobre las 19 horas los asistentes apenas superaban el centenar mientras las agrupaciones sonaban sobre el escenario cuando el sol todavía golpeaba con fuerza. A las 22 el total no superaba las 250 personas. En su mayoría correspondían a colegas que tocaron antes o lo harían después, a periodistas y familiares de los músicos involucrados. Para rematar el cuadro, una funcionaria municipal amenazaba con decomisar la mercadería de la barra porque la venta de alcohol está prohibida en los espectáculos públicos cuando hay menores de edad. Los menores en cuestión eran niños que no superaban los 8 años y no estaban bebiendo cerveza.
Desde el escenario un improvisado segundo presentador (el primero había tenido un par de actos bochornosos como ningunear a uno de los grupos participantes asegurando que vendrían luego bandas con mayor trayectoria) se quejaba de la falta de apoyo hacia el rock cordobés sin comprender que el jueves no es un día de recitales en la cultura local. Dejaba fuera de su análisis la enorme competencia en cuanto a oferta musical que tendría lugar los días siguientes. Además del huracán que representaba la llegada de Los Fabulosos Cadillacs tras seis años de espera; entre viernes y sábado podría contarse la visita de Karamelo Santo, Cabezones, Dos Minutos, Nonpalidece, Kameleba, dos festivales más y dos fiestas temáticas convocantes. Si el fin de semana previo (en el que originalmente se haría el Griego Rock), la oferta era casi nula y las posibilidades de convocatoria crecían, en éste la competencia era feroz y la idea de hacerlo un jueves no resultó para nada adecuada más allá de la arenga del presentador en cuestión. Un error de cálculo que resultó fatal.
El viernes 5 se difundió una carta abierta del organizador en el que se informaba la definitiva cancelación del festival por la escasa convocatoria del primer día que hacía prácticamente imposible la cobertura total de gastos. Una salida lógica aunque lamentable del entuerto originado por errores propios de la producción sumados a factores climáticos y a una desmesurada oferta cultural en la que sólo terminaron bien parados los Cadillacs.
En lo estrictamente artístico se puede rescatar el grunge tardío de los prometedores Alunacy, la potencia de Eruca Sativa con muchachas al frente y el desenfado de Barro para arrancar aplausos a pura distorsión instrumental. El Griego Rock sirvió también para confirmar los frondosos elogios que recibe con frecuencia Es lo que hay con su jam session jazzera de contagiosa y elegante ejecución y las performances de Sur Oculto (un trío de teclado bajo y batería que podría compartir escenario con Malosetti o con Pantera). Sin dudas la Cartelera Ska es la agrupación más popular de Córdoba aunque esté lejos de ser masiva: su peculiar mezcla de ska, cuarteto, cumbia y reggae fluye de manera natural, fresca, para nada forzosa. Quienes los siguen en vivo pueden confirmar que gran parte de su público no es del palo y suele frecuentar bailes de cuarteto.
De cualquier modo, estas impresiones sobre lo ocurrido el jueves no debieran ocultar que el evento quedó incompleto y dejó un saldo abiertamente negativo.

LA MARATÓN QUE NO FUE TAL


Parece que este fin de semana se juntaba una impresionante oferta de espectáculos musicales en la ciudad de Córdoba. No se podía estar en todos lados y había que elegir con criterio que shows ver y cuales postergar para otra oportunidad. En la previa tenía pensado cubrir las dos noches del Griego Rock, Karamelo Santo, Fabulosos Cadillacs y Kameleba. Dejaba afuera la visita de Sancamaleón y la fiesta Bubamara del domingo porque el lunes feriado me tocaba trabajar.
De todo aquello no fui a Kameleba (ganas tenía, me faltaba físico y alguna compañía) porque este año los vi muchas veces y pienso volver a hacerlo en enero, y la segunda jornada del Griego Rock se canceló definitivamente. El resto aparece a la brevedad aquí y en Recis.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

ÚLTIMO MOMENTO

Según el portal Cordoba.net se canceló el show de Magic Slim en la ciudad de Córdoba (previsto para mañana jueves) por la escasa venta de entradas anticipadas de acuerdo a la gacetilla de la productora Nueva Tribu, organizadora del evento.

martes, 2 de diciembre de 2008

HACIENDO BULLA



Casi diez meses después de aquel ruego-pregunta, los mendocinos vuelven a Córdoba. En medio hubo un show gratuito y otro suspendido. El regreso de Karamelo Santo es una de las mejores maneras de empezar a vivir los coletazos finales del 2008 en cuanto a recitales.

lunes, 1 de diciembre de 2008

ESPADAS Y SERPIENTES


"Mientras ellos cambiaban el mundo, sus hijos jugábamos en mi cuarto. Debíamos formar una pandila bastante extraña, menores de cinco años con camisetas del Frente Sandinista de Liberación Nacional y calendarios del Che Guevara. Todos figurábamos en nuestros documentos como asilados políticos. Yo mismo tuve dificultades para entrar en un colegio. El día de la entrevista, llevaba una camisa con la cara de Saddam estampada en el pecho. Y cuando el director me preguntó: -¿A que te gusta jugar? Yo respondí: -A la guerra popular."

"En el Perú, los gobernantes nunca han entendido el poder de la educación. Como es abstracta, invisible, siempre la han despreciado. Pero algún día, alguien tendrá que explicar por qué el grupo más sanguinario de nuestra historia estuvo dirigido por maestros."

En las citas hay dos pistas para entender las intenciones y el lugar desde donde se concibe un libro como La cuarta espada, una especie de biografía, ensayo y crónica al mismo tiempo sobre la controvertida figura de Abimael Gusman, el líder de Sendero Luminoso (la guerrilla peruana que azotó gran parte del país durante las décadas del 80 y el 90). La primera corresponde al joven escritor peruano Santiago Roncagliolo, durante el exilio mexicano que vivió junto a sus padres. La segunda a Luis Cisneros, presidente de la Academia Peruana de la Lengua, al entrevistarse con el autor del libro.
Probablemente tengan razón algunas de las voces que se alzaron para cuestionar la edición de la obra al aducir que Roncagliolo plantea un texto for export, para ser consumido por el público no peruano. De cualquier manera, las críticas esgrimidas no invalidan la posiblidad de acercamiento a una guerrilla muy poderosa que tuvo en vilo al estado peruano durante un periodo demasiado largo en los que el miedo y el terror se volvieron costumbre en el vecino país.
Se trata de un proyecto que el escritor empezó casi de casualidad y del que ya no pudo alejarse hasta concluir su tarea. Un relato interesante y cautivador que se lee a gran velocidad por las notables cualidades narrativas del texto. Quizás se le pueda cuestionar algo de liviandad en la manera de retratar los hechos porque no se ata a las notas periodísticas de la época y porque evita tomar partido por uno de los bandos en cuestión (no debiera pasarse por alto la terrible y nefasta actuación de la policía y el ejército peruano que terminaron haciendole el juego al espiral de violencia que proponía la organización guerrillera).
No obstante, la mirada de Roncagliolo, si bien reduccionista, si tenemos en cuenta la magnitud y la complejidad del tema abordado, funciona adecuadamente como una puerta de entrada al mundo de Sendero Luminoso a través del perfil de Abimael Guzmán, su jefe máximo.
Un personaje enigmático e instruido que se considera la cuarta espada del comunismo (detrás de Lenin, Stalin y Mao) y califica a Fidel Castro de payaso con patillas. Un oscuro profesor de provincias que se convirtió en sinónimo del terror en Perú; fanático capaz de encomendar misiones kamikazes a sus seguidores y no tener signos de remordimientos pese a las 70000 muertes que trajo aparejada la batalla con las fuerzas estatales.
Todas esas pérdidas humanas (obviando las materiales, en modo alguno comparables a las vidas cobradas en el conflicto) de nada sirven si no es posible observar las tremendas desigualdades sociales que existen en toda Latinoamérica y constituyen el caldo de cultivo para que surjan organizaciones armadas que aseguran buscar la liberación de los pueblos sojuzgados. Es frecuente que pierdan el rumbo con mayor o menor rapidez y se conviertan en sinónimos de terror y muerte. La cuarta espada es un libro dedicado a uno de los máximos exponentes al respecto.