Hace algunas semanas finalicé la lectura de Ricky de Flema, el último punk. Escrito por Sebastian Duarte bajo el sello de Baobab Ediciones, el libro recorre toda la historia del ex cantante de Flema, desde la prehistoria del grupo hasta su no tan inesperado final. Antes de leer una reproducción aparecida en Mutantes pensaba que el libro era un pequeño negocio de algún ladronzuelo robando con uno de los pocos negocios del under argento. Grande fue mi sorpresa cuando me encontré con un producto bien redactado y bastante detallista que destierra mis prejuicios iniciales sobre su razón de ser.
Dividida en diez capítulos, la narración arranca con los antecedentes de Flema; relata las mil y una aventuras que involucran a Ricky ( la aparición en el programa Forum y su causa judicial por el supuesto intento de asalto al taxista, por ejemplo), prestando especial atención a los desencuentros con la vida, su pasión por la música y el desprecio por la falsa moral que caracteriza al ambiente de los músicos.
La adicción de Ricky al acohol y las drogas, sus traumáticas relaciones amorosas y la aparición de personajes tan surrealistas como Juan Falopa o Pablo Basura (noten el detalle de los apodos) que desfilan de manera incesante hacen atractiva la lectura. Por momentos, la marea de anécdotas complica el seguimiento lógico de la narración y las fuentes documentales son escasas (casi nulas). No obstante, con el correr de las páginas, ese detalle pasa a segundo plano y las aventuras/desventuras con Ricardo Espinosa como personaje principal terminan por conquistar al lector. "Las voces que se suceden continuamente en el relato van proyectando-como si fuera un filme y no una biografía- el vértice abismal de una vida que siempre estuvo debatiéndose en las sombras, la historia de un rebelde inaudito, los dilemas de un niño ingenuo sumergido en una trama existencial que siempre le resultó incomprensible y detestable" dice Enrique Symns en la contratapa del libro. Es una descripción bastante acertada.
Dividida en diez capítulos, la narración arranca con los antecedentes de Flema; relata las mil y una aventuras que involucran a Ricky ( la aparición en el programa Forum y su causa judicial por el supuesto intento de asalto al taxista, por ejemplo), prestando especial atención a los desencuentros con la vida, su pasión por la música y el desprecio por la falsa moral que caracteriza al ambiente de los músicos.
La adicción de Ricky al acohol y las drogas, sus traumáticas relaciones amorosas y la aparición de personajes tan surrealistas como Juan Falopa o Pablo Basura (noten el detalle de los apodos) que desfilan de manera incesante hacen atractiva la lectura. Por momentos, la marea de anécdotas complica el seguimiento lógico de la narración y las fuentes documentales son escasas (casi nulas). No obstante, con el correr de las páginas, ese detalle pasa a segundo plano y las aventuras/desventuras con Ricardo Espinosa como personaje principal terminan por conquistar al lector. "Las voces que se suceden continuamente en el relato van proyectando-como si fuera un filme y no una biografía- el vértice abismal de una vida que siempre estuvo debatiéndose en las sombras, la historia de un rebelde inaudito, los dilemas de un niño ingenuo sumergido en una trama existencial que siempre le resultó incomprensible y detestable" dice Enrique Symns en la contratapa del libro. Es una descripción bastante acertada.
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