Lamentablemente el Oye Reggae, un fantástico festival itinerante que se celebraba en las sierras de Córdoba a mediados de febrero, se desvaneció. Los intentos de Perro Producciones por continuar su legado (estuvieron asociados en la última edición en Villa Rumipal e intentaron continuarlo el año pasado en Capilla del Monte con el Punky Reggae Party) fueron infructuosos.
Extraño ese fin de semana donde éramos muchos sin llegar a la masividad, donde podías dejar las cosas en la carpa sin miedo a que te las roben, donde abundaba la oferta de comidas vegetarianas y panes saborizados (aunque casi siempre eligiera el tóxico y sustancioso choripán) y donde se creaba un ambiente de armonía siempre disfrutable.
A partir de esa ausencia en el calendario (un enorme hueco para quien escribe) se empiezan a generar otras propuestas que retoman algunas de sus ideas. A través del sitio web de La de Dios me encontré con la ilustración de este post. Las bandas de la grilla no son populares ni convocantes pero es sólo el comienzo. Lástima que sea tan lejos de casa.
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