RIDDIM-PREPAREN, APUNTEN, FUEGO
En la extensa y sinuosa carrera de Riddim, los logros no son pocos ni menores. Es una de las escasas bandas locales de reggae que hace rato alcanzó un sonido propio que no remite ni se parece a otras compañeras de escena, reconocible sin necesidad de escuchar la voz de Pety, su cantante.
Los constantes cambios de formación que la banda arrastra desde sus orígenes no han repercutido en el sonido. Al contrario, con cada nuevo registro la identificación resulta más sencilla: los arreglos son impecables, el ritmo adecuado, los vientos sobresalen y el manejo de voces no admite reproches de ninguna índole.
Sin embargo, a nivel de letras, la composición no parece alcanzar la altura de su contraparte sonora. Las menciones de Jah y Haile Selassie se han reducido al mínimo aunque el espíritu rasta sigue vigente. Sucede que Riddim no logra escapar al modelo de reggae prescriptivo que caracteriza a gran parte de la escena (y no me refiero exclusivamente a la Argentina). Es una tara que viene heredada desde el origen mismo del género en Jamaica. Una gran línea divisoria entre un ellos (malvados, corruptos e hipócritas) y un nosotros no tan inclusivo (bondadosos, con errores humanos pero cargados de buena vibra e intenciones positivas).
El cuarto disco de estudio (cuentan además con un disco de versiones dub y con un DVD) comienza con Donde estabas en la que marcan territorio y preguntan a los advenedizos y nuevos donde estaban desde la posición de quien llegó mucho antes (y por tanto, con autoridad genuina para cuestionar y preguntar a los recién llegados). La continuidad de esa idea madre se desliza en el segundo track Que no sea tarde porque allí se advierte que "sigue encendido el fuego y hay muchos que pronto se acercarán, otros ya están y quieren brillar, tantas estrellas pueden tapar el cielo" mientras pugnan por encontrar lo original en medio de falsos profetas que sólo están interesados en brillar.
En realidad, exceptuando Claro está (un verdadero catálogo de lugares comunes previsibles), el álbum acanza con comodidad la calificación aceptable con creces. Sólo que el abuso de ese modelo prescriptivo conspira contra las posibilidades de salir del ghetto y ampliar su campo de acción. Es probable que esta no sea una de las metas que Riddim se plantea. En varias declaraciones a la prensa se manifestaron puristas y manifiestamente en contra de innovaciones para un género que es bastante cerrado en sí mismo. Las temáticas compositivas siguen los patrones habituales: paz, amor, unidad, respeto.
Preparen, apunten, fuego! sólo acentúa el sentido de pertenencia de quienes ya escuchan al grupo y allí radica su principal virtud pero también su defecto mayor. La soberbia ejecución instrumental, sonora y vocal es reggae roots del bueno pero no se permite ampliar su mirada. Las letras transitan en la misma dirección sin poder escapar a los patrones que el género ya tiene. Se lo toma o se lo deja, sin posiciones intermedias. La ausencia de grises no necesariamente es un punto a favor.
Hits: Mirando/Lo que no necesito, Algo de paz
la frase: "cuando amás no debes medir" y "si madurar se mide con dinero no me entendiste, mejor me quedo " (ambas de Cuanto más)
tapa: armamentista
1 comentario:
Y que quede claro que es un disco que me gusta: suena y suena en mi reproductor mp3. Sólo cuestiono moderadamente ese modelo tan consejero que abunda en el género.
Para destacar también el último tema del disco, His imperial Majesty con Mikey Dread como invitado.
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