lunes, 22 de septiembre de 2008

APERTURA DE TEMPORADA



Los ritmos jamaiquinos se dieron cita en Córdoba en la previa de la primavera con el auspicio de una reconocida marca de vinos para mostrar su agradable actualidad ante un marco de público más que aceptable. Con un telón como marco divisorio (el recinto no estaba habilitado en su totalidad), algunas luces de color rojo y azul bien distribuidas y un sorprendente sector vip, La Vieja Usina lucía diferente.
La jornada arrancó con puntualidad, una situación a la que el público no logra adaptarse de momento. Así, muchos nos perdimos el set de The Soundclash Army, una agrupación con muchos integrantes de otras bandas locales que elige el lado menos amable del reggae, se acerca con frecuencia al dub y lleva los límites del género hasta improvisar pequeñas zapadas.
A continuación subió Auricular, joven promesa reggae que cuenta con un gran vocalista y cuyas letras recuerdan levemente a Gondwana. Su show fue algo extenso aunque aceptado por la gente. "Del reggae venimos y hacia el reggae vamos" dijo el cantante Mariano Cocimano antes de tocar Esta situación y cerrar luego con un medley de Marley.
El último grupo cordobés de la noche fue La Coca Fernandez. Sin muchas variantes respecto de sus últimas presentaciones en vivo, Sergio Fernandez y su grupo tocaron la selección habitual de sus dos discos editados a la fecha (Verde alegría y Sin Cerrojos) con constantes arengas hacia el público ("A ver Córdoba, a mover el culo" fue lo primero que se dijo desde el escenario). La prolijidad no es el fuerte de la banda, ellos prefieren la intensidad y el agite por sobre el sonar correctos. Si bien su fórmula es efectiva, por momentos la cantidad de músicos en escena parece algo desmedida en relación al producto final que ofrecen.
El intervalo hasta la llegada de Dancing Mood fue demasiado largo. La orquesta de Hugo Lobo había estado por la mañana en Cual es?, el programa radial de Pergolini, y pasado el mediodía emprendió el acelerado pasaje hacia Córdoba Capital. Entonces, los horarios tan respetados al principio se fueron desvaneciendo poco a poco. De cualquier modo, a Dancing Mood le alcanzaron apenas dos temas para atraer al grueso del público con sus standars de jazz versionados en clave ska jamaiquino. Una vez que encendieron motores no se detuvieron nunca más. Lobo lanzó una frase provocadora "Vamos las palmas, el que no aplaude le gustan Los Pericos" y los espectadores respondieron de acuerdo a su pedido. Sin brillar, le alcanzaron unos pocos minutos para ser lo más destacado de la noche. La agrupación es un verdadero seleccionado nacional en cuanto a ejecución instrumental y se nota en cada pieza que interpretan.
Nonpalidece confirmó su popularidad como viene haciendo desde hace un par de años. A esta altura, sus canciones de Hagan correr la voz son tan conocidas como las de sus discos previos y el grupo puede acostarse en ese repertorio sin dudar de su eficacia. Con esa poderosa carta en su poder, Nestor Ramlajk y los suyos pudieron bromear con los espectadores bajo un marco de alegría generalizada y acompañamiento del público desplegando un set sin grandes novedades.
El balance global del evento arroja un saldo positivo por la convocatoria de los grupos de la escena reggae-ska argentina con un importante auspiciante de respaldo y entradas sin precios desmedidos. La primavera acaba de llegar y los sonidos originarios de Jamaica le sientan bien a esta época del año. La temporada apenas acaba de comenzar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no ví un solo vino Valmont en toda la noche.

Anónimo dijo...

Para colmo la cerveza estaba caliente... que hijos de puta! jajaja

Realmente me sorprendio como sonó Dancing Mood... pense que era una banda ideal para lugares medianos o chicos como Casa Babylon, y no sabía como iban a sonar en la Usina... por suerte me dejaron de cara y estuvo espectacular (como siempre).

Facundo Miño dijo...

Valmont y ravioles había en el vip pero no se vendían. D Mood se adpata a escenarios grandes y chicos y esa es una virtud. Ojalá vengan con orquesta aunque la veo difícil por la cuestión de costos.