viernes, 25 de septiembre de 2009

GAJES DEL OFICIO (BIS)


Me enteré que Karamelo Santo venía a Córdoba hace un par de semanas y me contacté con Studio Teather para consultar sobre la operatoria que seguirían en ese caso. Luego de llamar al encargado de prensa me derivaron al encargado de prensa de Un techo para mi país, la organización que decidió tener a los mendocinos como cierre de su campaña.
Tenía una enorme expectativa. Había conseguido una cámara de fotos cuasiprofesional y dediqué tiempo suficiente para pensar las preguntas que haría. He leído la mayoría sus entrevistas y había marcado algunos tópicos para tratar. Cuando supe el horario previsto para las notas tuve que cambiar el horario de trabajo y diagramar el día de otra manera.
Pero sucedió lo previsible: la llamada de número desconocido apenas media hora antes de la indicada para mi cita confirmó mi sospecha. Se modificó el esquema de notas y el horario nuevo hace imposible mi presencia. Otra vez las manos vacías, otra vez la frustración que me invade, otra vez la bronca por las ilusiones que se despedazan.
Me queda absolutamente claro que hasta no convertirme en un periodista rentado, en alguien que trabaje y viva de la actividad periodística; cuando todo lo que lea, escuche, piense, escriba, sienta y proponga deje de ser exclusivamente un hobby; sólo allí podré evitarme este tipo de decepciones. Mientras eso no ocurra, poco y nada valen mis intenciones, mi preparación, mis ganas y mis expectativas.
Quería entrevistarlos y creo que había encontrado un puñado de preguntas interesantes. Por razones ajenas a mi voluntad, a la del coordinador de prensa que me llamó, incluso al propio grupo, nada de eso pasará en este espacio. Lo que no mata fortalece. Ojalá sea éste el caso.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que garrón, Facu. Imagino tu frustación y las ganas de prenderle fuego la librería al Ruben ese, que no parece muy copado que digamos.
Pensá en positivo, ya se te vá a dar.

Abrazos

Dash

Unknown dijo...

epa epa--------

Facundo Miño dijo...

No no, Rubén no tiene nada que ver con mi frustración y es un jefe bastante copado. Y lo digo no sólo porque mi amigo Daniel sea uno de sus hijos. De hecho, si él hubiera estado esta semana era posible que la entrevista la hiciera igual.
Sucede que los cambios de horarios, las vueltas de tuerca, las modificaciones de último momento son bastante frecuentes en el ámbito informal del rock local. Y de allí mi embole y frustración porque no puedo dedicarme full time a lo que quiero.

Anónimo dijo...

OK, por ahí uno es prejuicioso y mete a todos los jefes en la misma bolsa. No hice una correcta interpretación de tu post.
Los buenos deseos siguen en pié.


Dash

Michis en Munchen dijo...

No te lo perdiste. Se lo perdieron. Fuerza Facu!!!! :D.

santic dijo...

que no decaiga! a confiar que esa entrevista salga en algun otro momento cercano

Facundo Miño dijo...

Ah, me olvidé de agredecer todos los comentarios.