lunes, 28 de diciembre de 2009

LA MUERTE Y OTRAS SORPRESAS


Tomo aire, relajo el cuerpo y me lanzo a escribir esta reseña sin tomar distancia del objeto. Apenas un par de minutos antes acabo de finalizar la lectura de Sangre joven del periodista Javier Sinay, publicado por la editorial Tusquets dentro de su colección de crónicas. Debo confesar que devoré las 208 páginas con una voracidad poco frecuente en mi mientras mi organismo se contraía cada vez más con el avance de la obra.
Los casos policiales suelen contar con un bonus de atracción. Algo de morbo en historias espeluznantes, intrincados laberintos mentales, sobrecogedoras imágenes que horrorizan pero, a la vez, acaparan las miradas con su magnetismo oculto. Es difícil abstraerse de esa combinación que generan repulsión y curiosidad
en foma simultánea.
En ese marco, el libro Sangre joven se introduce en el particular universo que implica matar y morir antes de la adultez, como reza su subtítulo. Víctimas y victimarios de las seis historias incluidas se ubican en ese espacio difuso que va desde los 15 a los 26 años "cuyos ámbitos juveniles encerraban una trama policial donde un hito maligno marcaba la señal de partida para bucear, también, en la vida cotidiana de una generación". Sinay comparte con los involucrados el rango etario y el acercamiento que intenta lograr con ellos parte de ciertos elementos en común que facilitan su tarea.
Los relatos poseen unas cuantas virtudes: verosimilitud (casi todo lo contado en sus páginas resulta creible); destreza narrativa; capacidad para recrear con acierto personajes, escenas y sensaciones. No es poco para un debutante en el formato libro. Aunque la primera persona del periodista aparezca con frecuencia no resulta molesta ni se maravilla en el riesgo de lo autorreferencial. Por el contrario, salvo algunas pocas excepciones, su inclusión dentro del texto sirve para explicar situaciones que ameritan su presencia.

En las historias elegidas por el autor se incluyen algunos hechos famosos (Junior en Carmen de Patagones, el pibe rico de Chascomús ultimado por sus supuestos amigos) y otros con menor repercusión mediática que probablemente sean desconocidos para el lector. De todos modos, el nivel de detalles alcanzado en el marco de cada investigación particular y la reconstrución propuesta por Sinay emparejan los capítulos de tal modo que ninguno de ellos quede ensombrecido por la popularidad de los más notorios.
El hilo conductor lo propone el mismo periodista en su presentación incial. "Los protagonistas de estos relatos -los que matan, los que mueren- son típicos casos argentinos: el rock y la cumbia los educan, el fútbol y los videojuegos los entretienen, los amigos los contienen, el trabajo los explota y el estudio les sirve como herramienta para desafiar el futuro". Similares a millones de pibes iguales pero con vidas truncas y estigmas eternos que son retratados en Sangre joven.

Bonus track: en Rolling Stone se puede descargar uno de las crónicas incluidas en el libro.

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