Sostener las promesas no es sencillo. Sobre todo porque algunas cuestiones no dependen de mi voluntad. Pocas actividades me gustan más que escribir. Por ahora el periodismo no me da de comer pero alimenta mi alma. Entonces, la hiperactividad laboral que decidí para buena parte de este 2010 ocupa gran parte de mi tiempo. Con el final de octubre se fueron también mis últimas energías.
Aquello que anuncié un mes atrás se cumplió a medias. En el que comienza en breve irán apareciendo algunas de las secciones faltantes y se reacomodarán las ya existentes. Como no puedo asegurar días y fechas exactas para cada artículo el visitante de este blog tendrá que seguir teniendo paciencia. Este espacio se balancea entre la renovación buscada y los silencios habituales no deseados.
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