domingo, 20 de marzo de 2011

RUGIR, VIBRAR, BAILAR


(Fotografía: Anteojo Astronómico)

El policía está ubicado a un costado de una de las barras del lugar. Mira sin entender lo que sucede. Cada tanto se distrae con el envío y la recepción de mensajes de texto. Pero cuando vuelve a levantar la cabeza retorna su falta de comprensión. Acaba de zonar Maldita herencia, el tema que conoce por la radio y le siguen otros todavía más festejados por el público que probablemente jamás escuchó. Se aburrirá rápido y no prestará mayor atención a lo que sucede a su alrededor.
La acción sucede en el Comedor Universitario, cubierto en un 50 por ciento de su capacidad. La razón de la presencia del policía y de un público numeroso es la nueva visita de Kameleba a la ciudad de Córdoba. A diferencia del agente, los asistentes no perderán de vista la actuación de la banda de Villa Mercedes.
El Léon del interior volvió a rugir, vibrar y bailar con el acompañamiento casi incondicional de su gente. Presentaron algunas canciones nuevas (una primera oída las ubica entre el reggae lover y el new roots) junto a los clásicos de siempre (adornados con arreglos novedosos) y un par de covers (una intensa versión de Johnny B Good). A esta altura ya no llevo la cuenta de las veces que ví en directo y me resulta difícil no repetir palabras y opiniones expresadas en recitales previos. Darío Alturria marca el paso y acapara todas las miradas en su rol de frontman todoterreno. Saca a relucir la habitual dosis de histrionismo y juguetea con el público. En los últimos tiempos, su hermano Iván parece más desenvuelto, se traslada de aquí para allá y logra equilibrar un poco la balanza para que el vocalista no sea la única referencia visual. Por detrás de los Alturria, el resto de la banda mantiene un perfil bajo: sus integrantes se abocan a tocar reggae con precisión y eficacia. Ese mecanismo los llevó a un crecimiento sostenido y gradual en el que cada actuación en la ciudad parece significar un nuevo paso adelante.
Horás más tarde no queda casi nadie en el recinto. El piso del Comedor Universitario está alfombrado por los vasos de cerveza vacíos. Nuestro policía charla con sus compañeros mientras espera la orden de irse a su casa. Tengo dudas sobre su opinión potencial de lo que ocurrió esta noche. Fue testigo de un nuevo rugido del León del interior. Probablemente no se haya enterado. Es su problema, no el mío. Kameleba no vino a dar batalla, vino a vencer. Una vez más logró su cometido.

3 comentarios:

fast dijo...

Facu,

tenes idea como es la proyeccion de estas bandas afuera? este anio no vi que vengan muchas vandas latinas a Europa... al menos no las conocidas mias... que onda?

Bss

Fede

Facundo Miño dijo...

Kameleba está participando en un concurso para ser incluidos en la grilla del Rototom Sunsplash. Pero en sí, no estoy enterado de muchas giras por Europa. Creo que hubo un auge latino que viene descendiendo por allá. Pero son puras intuiciones mías según algunas entrevistas que leí por revistas y webs.

fast dijo...

si sirve de algo, al menos NTVG, pasa por aca dentro de poco... asi como Molotov :P, si hay mas aviso...