jueves, 26 de mayo de 2011

PEQUEÑO GIGANTE

(Fotografía: Alejandro Ferreyra)

(Publicado en Recis!)

¿Cuántas veces los cordobeses tenemos chances de observar la performance de un personaje que contribuyó de manera decisiva a la creación de un género musical en sí mismo? Pocas. Muy pocas. El año pasado llegaron los Skatalites hasta el Teatro Griego y anoche vivimos una digna continuación de esa saga. Cuando ese pequeño gran hombre llamado Lee Perry pisó el escenario, un rato después de la una de la madrugada, dio comienzo a uno de esos momentos históricos e irrepetibles a los que esta ciudad parece querer acostumbrarse.
El solista cumplió 75 años hace unos meses pero su cuerpo parece jovial. Durante las casi dos horas de actuación demostró una vitalidad notable. Su complexión diminuta contrasta con la impresionante trayectoria que trae a cuestas. En sus múltiples roles de productor, ingeniero de sonido y compositor, tuvo una participación decisiva: se lo considera piedra fundamental en el desarrollo del reggae y, especialmente, del dub. El tipo grabó con todos los que conforman las páginas doradas de la música jamaiquina de los últimos cincuenta años. Pero no sólo dejó su sello en esos géneros: muchos artistas de hip hop y música electrónica le reconocen su papel de pionero.
Con esas credenciales a cuestas, Perry vino a la ciudad con la agrupación Nairobi como backing band. Ese acompañamiento instrumental sería decisivo para encuadrar su actuación en un plano más tradicional de canciones, sin tanto espacio para la faceta experimental. Tras una breve entrada en calor de sus músicos, la leyenda se abrió paso ataviado con una remera que daba cuenta de su fe rastafari y una gorra al tono, bien cargada de plaquetas e insignias.
Fue un show sin concesiones con extended versions de diez minutos promedio y buenas dosis de dub, una de sus grandes especialidades.
De sus acompañantes merece destacarse la dupla bajo-batería que cumplió con creces lo que se esperaba de ellos. Sonaron clásicos propios como People funny boy o Inspector Gadget y varios otros que le pertenecen en coautoría aunque no haya puesto la voz cuando se hicieron conocidas. En esa línea se pueden incluir Duppy conqueror, Punky reggae party, Sun is shining (las que popularizó Bob Marley) o War ina Babylon que está más asociado a Max Romeo. Pero además hizo The heathen y hasta recitó un fragmento de Who the cap fit ("Man to man is so unjust").
De todos modos, el playlist no fue del todo amable con los curiosos porque cada interpretación reconfiguraba los clásicos en cuestión y quizás sólo los más entendidos podían decodificar el mensaje. Justamente, el público que asistió estaba conformado, en buena medida, por músicos, productores y gente relacionada con el ambiente reggae local que festejaron sus ocurrencias y disfrutaron de cada minuto que nos regaló ese pequeño gigante. No había margen para hits ni euforia desmesurada ni mucho menos para la demagogia. Sólo Lee Perry y sus canciones, momentos de humor y de ironía (recalcó que tenía 75 mientras bailaba una y otra vez). ¿El resultado? Un evento histórico, irrepetible, único, memorable.

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