domingo, 26 de agosto de 2007

BAILARON HASTA LOS MUERTOS


En una noche bastante fresca se llevó a cabo el Córdoba Reggae Fest. Por el crudo invierno vivido en este 2007 no entra en el podio de las noches más frías aunque la temperatura distaba de ser agradable. Pese a ese detalle climatológico, ante una muy buena cantidad de gente, nos visitaron los reformados Todos Tus Muertos y Dancing Mood junto a grupos invitados.
El arranque estuvo a cargo de Taquepela, una de las bandas locales que más ruido ha generado en el último tiempo gracias a su participación reiterada en diversos escenarios donde el reggae y el ska dicen presente. Lamentablemente no pude verlos porque mi llegada y posterior ingreso se produjeron luego de finalizado su set. Los años de tardanza y demoras en el inicio de los recitales respecto de lo anunciado oficialmente han calado en el público y no encontré ningún conocido que haya visto el show inicial.
La Coca Fernandez apareció en el escenario tratando de acomodarse en un espacio bastante reducido. Cuando se supera la decena de integrantes sobre las tablas puede tratarse de una tarea titánica. Salvo algún comentario menor al respecto, no le dieron mayor importancia y se ocuparon de tocar su música obviando ese asunto menor. Sus presentaciones no se caracterizan por la prolijidad. Es difícil que suenen óptimos pero superan esa limitación con entrega y energía; contagian por aceleración e intensidad en clave ska rock.
Sergio Fernández, el cantante, es un agitador por naturaleza. Baila, salta, gesticula y consigue el acompañamiento del público al que maneja a voluntad. Hace que todos se sienten, se levanten y salten cuando él lo pide. Saluda en forma personalizada a sus conocidos ("ya vamos a arreglar lo del auto", le dijo a alguien) y pone en segundo plano algunas desprolijidades y acoples con puro corazón. Tocaron gran parte de su repertorio habitual junto a dos versiones ajenas (Amor secreto de La Mona Jiménez y Presión de Callejeros, con Pato Fontanet como voz invitada). Como siempre, cumplieron con su cometido y fueron un gran aperitivo para lo que vendría.

SORPRESA Y MEDIA
Pasado un intervalo, comenzaron a sonar algunos fuertes acordes de guitarra. Sorpresa generalizada porque se modificó el orden anunciado: Todos Tus Muertos no cerraba la noche. La ausencia de Fidel es un hecho insoslayable y difícil de ocultar. Sin embargo,
los Muertos conformaron a todos en base a la recuperación del postpunk oscuro y primitivo al que le añaden pinceladas de su veta más latina. Andate obligó a las corridas desde la barra hacia el escenario para no perderse el inicio del show. Con una lista breve pero plagada de clásicos y apenas dos temas nuevos, Sea lo que sea y Embrujado, se metieron al público en el bolsillo. Hijo nuestro, No te la vas a acabar, Todo lo daría nos cautivaron por potencia y cierta nostalgia de tiempos pasados aunque correctamente revisitados.
Pablo Molina está en buen estado físico (volvió a las acrobacias y saltos mortales), aunque sobre el final su voz cristalina decayó un poco y se lo notaba agitado. Gamexane escupe hacia arriba mientras toca y se ocupa de esquivar la caída de su propia saliva. Para los bises guardaron Gente que no y Trece. Queda flotando
en el aire una duda sobre la consistencia de su presentación con una lista de temas más extensa. De cualquier manera, estuvieron a la altura de sus pergaminos (la incorporación de teclados le otorga otra textura a sus excesos de distorsión) y dan lugar a la esperanza en el futuro.
El acotado pero efectivo set de TTM no le había dejado una tarea sencilla a Dancing Mood que debía mantener la alta temperatura reinante. Sin embargo, la orquesta capitaneada por el talentoso Hugo Lobo salió, como si estuvieran en el patio de su casa, dispuesta a divertirnos y divertirse. Arranque sereno tras una breve presentación ("nosotros somos Dancing Mood y vamos a hacer un poco de ska jamaiquino") y un show apenas por debajo de las 2 horas dejaron la sensación de expectativas colmadas en el público. Lograron mantener la llama encendida en base a virtuosismo, buen gusto y ritmos festivos. Por supuesto que los vientos sobresalen pero la percusión a cargo de Toto Rotblat y la batería
de Fernando Ricciardi (dos ex Cadillacs) también logra destacarse.Todos los músicos cuentan con su momento estelar. Mirando en detalle, el resto disfruta y admira el desempeño de su compañero. Lobo maneja la batuta y la admiración no le impide ir señalando a quien sigue con el solo de turno.
Fantasy y el aún inédito Police woman (un cover de Skatalites que asoma como himno de lo que vendrá) fueron los más celebrados en un set parejo que repartió melodías, calidad en la ejecución instrumental y muchísimo ritmo casi sin voces ni estribillos. Hasta la gente que atendía la barra se rindió ante tanto derroche y entregaba la bebida en pasos danzarines.
Entre tanta oferta para el fin de semana, el Córdoba Reggae Fest entregó una selección interesante de artistas que brindaron buenas dosis de diversión alternadas con intensidad (Coca Fernández), potencia emotiva (TTM) y elegancia (Dancing Mood). Nuestros oídos y nuestros cuerpos, agradecidos.


Actualización: reseña ya disponible en www.recis.com.ar (bandas/crónicas)

1 comentario:

Facundo Miño dijo...

Quedó un poco largo y eso que me esmeré en recortar bastante.
Mientras algunos lectores que viven en Salta van a ver a Spinetta (????), algunos de sus amigos con más años y menos estado físico se atreven al pogo y vuelven con cara de feliz cumpleaños al ver a TTM arriba del escenario . Cosas que suceden (diría Attaque 77).