SÓLO ENTENDIDOS

De todos los ritmos jamaiquinos, el dub es probablemente el menos accesible. Casi siempre instrumental, bastante colgado y hasta repetitivo, no cuenta con una escena constituida en nuestro país. Por lo general suele conformar apenas un segmento dentro del show de bandas reggae que se animan a tocarlo.Sin embargo, a juzgar por la cantidad de gente que colmó Casa Babylon, Mad Professor bien valía una entrada de 55 pesos en puerta.
Entre los asistentes se podía encontrar a unos cuantos músicos, conductores y musicalizadores radiales, un productor de shows y muchos curiosos. Como aperitivo previo, Rootz Selekta se hizo cargo de la musicalización. Sinceramente no fue nada especial. Se dedicó a presentar cada tema sin darle continuidad a su set, interrumpiendo los temas para presentar al siguiente con algunas breves palabras. ¿Resultado? Nunca logró conectar con la gente e impidió que los presentes se soltaran a bailar.
Sin aviso previo, ubicado en el centro del escenario apareció Mad Professor apenas pasadas las tres de la mañana. Se saca la campera y comienza a mezclar sonidos en la paleta mientras juega con maquinitas y dispara ritmos a mansalva. Atrás, Teby (el dueño del lugar) trata de encontrar una buena ubicación para registrar ese momento histórico con su cámara fotográfica. Muy pocos bailan, la mayoría se dedica a observar a la estrella de la noche ("no todos los días se puede ver algo así" me comentó un musicalizador cuando le consulté por las razones de su presencia). Sucede que la magnitud del tipo supera gran parte del análisis que uno pueda intentar.
De excelente humor, se las arregló para largar algunas pocas palabaras en castellano y convertirse en un auténtico maestro de ceremonias: poco a poco, unos cuantos valientes fueron subiendo a escenario para improvisar sobre bases que proponía el señor dub. Fue probablemente el segmento menos lucido de su extenso set.
Alrededor de las 5:30 algunos empiezan a abandonar el lugar. Me decido a imitarlos porque el sábado es laboral. Adentro, el profesor loco sigue entregando dub y más dub. La fórmula parece un tanto monótona para los curiosos. No hay dudas: es un verdadero privilegio poder verlo en vivo y en directo pero su particular estilo no es apto para todo público. Sólo los entendidos disfrutan en serio de esta visita de primer nivel. Para el resto (entre los que me incluyo) es un hecho histórico y poco más.

Actualización 05/05: la cobertura de La Voz del Interior, a cargo de Arrascaeta, también divide al público entre quienes disfrutan y quienes son más escépticos.