jueves, 26 de febrero de 2009

HACER JUSTICIA


Entre las muchísimas cosas que me quedaron sin comentar del Carlos Paz and Love, estuve de compras. Y entre las nuevas adquisiciones casi completé mi colección de Stylo Reggae, la revista de reggae que anuncia para el mes de marzo su noveno número. Hace poco más de un año comenté aquí mi impresión sobre la publicación a la que le achacaba cierta ingenuidad.
Con el paso del tiempo, mayores lecturas y perspectivas más amplias, es hora de hacer justicia y corregir algunas opiniones equivocadas. Tras diferentes charlas con gente de la escena reggae, mi visión del género en la Argentina, de su público actual y potencial, fue virando. Casi de casualidad, tuve la oportunidad de escucharlo a Santi Palazzo hablando de la necesidad de lograr que el público consumidor de reggae le preste atención a los jamaiquinos y no se quede únicamente con las bandas argentinas. El conductor de La de Dios argumentaba que al público se lo educa y los grupos locales debieran anunciar cuando hacen temas ajenos para que la gente sepa a quien pertenecen y pueda explorar la obra de esos artistas. Con esos anuncios en los shows obviamente no alcanza pero, sin dudas, se trata de un granito de arena que suma a la hora de conformar una escena sólida.
Como el reggae tiene artistas con trayectorias notables que dedican su vida a la difusión de un estilo musical (y también con connotaciones religiosas y estilos de vida acordes, en muchos casos), su carrera atraviesa picos de creatividad y etapas menos inspiradas que muchos de los habituales consumidores desconocemos. Esta cuestión resulta bastante lógica si tenemos en cuenta que es casi imposible mantener un nivel superlativo tras 30 años de trayectoria.
A diferencia del rock, no circula tanta info ni hay coincidencias totales acerca de los discos clásicos del género y la tarea de conocer lo más representativo de los ritmos jamaiquinos puede resultar engorrosa si uno trata de salir del ghetto y evitar las figuras más conocidas como Marley, Tosh, Skatalites, Alpha Blondy o Lee Perry.
Y allí entra a jugar la tarea que Stylo Reggae hace desde la gráfica y La de Dios desde su multiespacio radial y web. Dar a conocer artistas imprescindibles y fundamentales de la escena que muchos desconocemos por habernos acercado hace pocos años. Somos recién llegados, advenedizos que debiéramos reconocer que las bandas locales no agotan el reggae ni mucho menos. Han realizado un enorme aporte desde el sur del sur pero todavía resta mucho por conocer, aprender y explorar. La autodenominada primera revista reggae de la Argentina trabaja en ese sentido con cada nuevo ejemplar que sale a la calle. Desconocer sus méritos al respecto sería necio.

2 comentarios:

Miriam Eme Eme dijo...

Facu: te mandé mail a anotaciones rústicas, lo viste?
Slds, Miriam

Facundo Miño dijo...

Acabo de regresar de un viaje algo agitado en Sta fe para el casamiento de un gran amigo y no pude fijarme hasta recién. Enseg va la respuesta. Mil gracias.