Anoche estuve viendo a La Cartelera en El cubo y escribí una reseña para el sitio cbandas.com.ar. Linda fiesta cargada de ritmos jamaiquinos y tonada local. Antes de irse de gira por Brasil y Uruguay estarán tocando con Los Cocineros y Fede Flores el próximo jueves en Tsunami.
(Teniendo en cuenta que el portal dejó de existir coloco abajo la crónica que escribí en aquella ocasión).
LA CARTELERA Y SU FIESTA INTERMINABLE
En la madrugada del sábado La Cartelera Ska presentó oficialmente su segundo disco, La Cartelera y sus limones domingueros, en El Cubo. Antes de irse de gira por Brasil y Uruguay mostraron su particular mezcla de estilos jamaiquinos y ritmos populares con acento cordobés.
Aunque anunciado para la medianoche el show de La Cartelera comenzaría un rato antes de las tres de la mañana. Gran parte del público lo sabía y tardó bastante en ingresar al local del Abasto. Incluso algunos rezagados llegaron para cuando sonaban los acordes de “Caminado”, el primer tema de la noche.
En cada costado del escenario aparece una hoja de palmera para ambientar el estilo frutal y caribeño que los miembros del grupo utilizan para explicar las razones del nombre tan particular que lleva su flamante segundo disco. Cada uno de los músicos tiene puestos antifaces con forma de limones para acentuar aún más el mensaje frutal. El espacio es reducido pero los once integrantes se las arreglan para acomodarse sobre las tablas, tocar sin molestar a sus compañeros y reservar algún pequeño lugar para la larga lista de invitados.
La cumbia llega de la mano de “Vuelve a mi” y “Tanto, tanto” (con Lorena Jiménez). Le siguen la rumba “Te sorprende”, el samba reggae “El 48” y “Magic star”, cover de Skatalites en el que el cantante Bicho Galeano se hace cargo del trombón. El sonido se ensucia por momentos pero nadie parece molesto por ese detalle ni arriba ni abajo del escenario. Los invitados se pasan la posta: Fede Flores ayudó al principio, Titi Rivarola se calza la guitarra en “Náufrago”, Andrés Arias pisa el escenario varias veces para cantar.
El eclecticismo es una marca registrada de La Cartelera. Mutan con naturalidad de la cumbia al reggae, se animan a los ritmos caribeños y explotan adecuadamente mixturas de ska y cuarteto. Todos los estilos fluyen con naturalidad y frescura.
Tras un intervalo de cuarenta minutos en el que los miembros deambulan por el lugar saludando a los amigos, la banda regresa dispuesta a continuar su fiesta. El repertorio oscila entre temas incluidos en el nuevo cd y canciones más viejas. De cualquier manera los temas nuevos no lo son tanto porque vienen formando parte del playlist habitual de los shows de La Cartelera. Su público las conoce y las canta con seguridad. ¿Ejemplos? “Sabes bien” o “Maldita moneda”. Tras la reproducción de un saludo de la Mona en pantalla grande y su correspondiente ovación, van apareciendo las relecturas del cuarteto con “Movidito” de Sebastián y una seguidilla de Jiménez: “Tú”, “Vuelvo a vivir, vuelvo a cantar” y “Paloma, loca paloma”. En esta última sorprende que la hija de Jiménez necesite un machete porque no conoce la letra.
La madrugada empieza a languidecer pero nadie se mueve de su lugar. El grupo quiere seguir tocando y la gente sigue queriendo escucharlos. Amagan varias veces con bajarse mientras intercalan “El buitre” y “Un instante”. Sube un amigo que empieza a oficiar de locutor, saluda a sus conocidos y propone temas de Walter Olmos para cantar contando con el apoyo de parte del público. Finalmente la lista concluye con “Carteludo” y “La luz”. Antes de irse saludan a toda la gente presente, familiares y gente que estuvo en la organización del evento. Es su manera de empezar a despedirse de la ciudad por los próximos tres meses en los que girarán por países vecinos. El reloj marca las cinco y veinte de la mañana, la fiesta interminable llega a su fin.
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