
Anoche haciendo zapping en la casa de unos amigos encontré TN con el impresentable Bebe Contempomi haciendo la cobertura del último recital de Los Piojos. Lo vi de a ratos mientras charlábamos porque no nos llamaban la atención. Recién en Finale, con todas esas banderas flameando y esperando su turno para ser mencionadas, recordé que entre Ritual y Máquina de sangre fueron una de las grandes bandas de sonido de mi etapa universitaria.
Sólo me resta pedir que no se vuelvan a juntar. Prefiero quedarme con un tridente de grandes discos (Ay, ay, ay, Tercer arco y Azul ) y esta imagen algo desdibujada del último tiempo. Cualquier tipo de retorno implicaría un riesgo de tener que estar a la altura de su obra previa y difícilmente logren el cometido de engrandecer una discografía meritoria.
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