domingo, 12 de julio de 2009

FAN






Hay muy pocos grupos de los que pueda considerarme fan. Es una entidad que me resulta esquiva porque implica cierto grado de seguimiento sin espíritu crítico. Y el tono habitualmente mesurado que domina mis palabras en este espacio no implica obsecuencia con los artistas a los que suelo tirar flores. Me emocionan dos grandes bandas uruguayas que hoy son muy populares, admiro a Hugo Lobo, crecí con un número 77 como banda sonora desde mi adolescencia temprana y respeto a un montón de bandas y solistas que me acompañan con sus canciones. Amo a Skatalites y tengo cierta devoción por Marley.
Del país tengo una sensación cercana al fanatismo con unos mendocinos que hace añares se instalaron en la metrópoli porque Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires. Esos tipos que abrazaron la cumbia cuando el rocker promedio miraba con asco, los que en sus giras europeas mezclan a System of a Down con Los Wawancó, a The Clash con el grupo Aventura para amenizar sus viajes en combi.
Esos mismos muchachos capaces de postular que la cumbia experimental llegada a Palermo falla en lo antropológico si no deja entrar a un "flaco con gorrita y Adidas trucho".
Una década atrás atrás aterrizaron en La Boca y poco después abrieron un centro cultural que denominaron Puertas Abiertas. Durante cierto tiempo el nombre era literal: no cerraban las puertas con llave para que los pibes pudieran encontrar un refugio donde pasar la noche hasta que les robaron algunos equipos y debieron replantearse sus costumbres provincianas. Su estudio propio albergó a Resistencia Suburbana, Nonpalidece, Andando Descalzo, Kameleba entre muchísimos otros. Oficiaron de productores con grandes aciertos y algunas metidas de pata profundas.
Entre tanto perdieron integrantes de manera trágica, fueron apadrinados por Manu Chao y empezaron a girar por Europa de manera incansable. Y además sacaron un puñado de discos imprescindibles (Los guachos, Haciendo bulla, La gente arriba y Antena Pachamama). Construyeron un repertorio de grandes canciones cuyas referencias incluyen a Marley y el folcore andino de Cuyo, a The Clash y la cumbia colombiana; reivindicaciones ideológicas y festejos populares; celebraciones de su origen tercermundista e idioma global.
Esa gente lleva por nombre Karamelo Santo. Hace poco tiempo editaron El baile oficial en formato cd-dvd para obtener un registro formal que complementa la enorme cantidad de vivos que circulan por allí (mi recuento personal incluye un vivo en Roskilde 2003 más presentaciones en Cual es?, La De Dios y Apagá la tele).
Acaban de iniciar su octava gira por el viejo continente y la razón de este post (que se extendió más allá de lo previsto) era contar que en su página web puede verse un nutrido seleccionado de fotos con las andanzas de Karamelo del otro lado del océano. Las que ilustran este post constituyen apenas una pequeña muestra del arsenal de imágenes disponibles.

2 comentarios:

fast dijo...

andanzas de lsas que no pude ser participe.....

Facundo Miño dijo...

Y bueno, a veces sucedcen imprevistos. Yo estuve más de dos años sin verlos entre ese show en el que llegamos para el último bis y su recital de Casa Babylon. Lo bueno es que siempre vuelven.