sábado, 11 de julio de 2009

MORIR POR TODO O POR NADA


A partir de las repercusiones obtenidas con Gomorra, Editorial Debate acaba de publicar un nuevo libro de Roberto Saviano, el periodista italiano que le puso nombres propios al accionar mafioso del sur italiano. Lanzado en formato bolsillo, cuesta $25 y puede ser leido dentro de su librería amiga con algo de tiempo y capacidad de concentración porque no llega a las 100 páginas. Lo contrario de la muerte reúne dos relatos cortos de no ficción cuyo eje central vuelve a ubicarse en torno a la vida cotidiana en los pueblos alrededor de Nápoles, allí donde la Camorra todo lo contamina, allí donde la pobreza y la falta de oportunidades campean sin oposición.
El texto que da nombre al libro retrata a una joven inapolitana cuyo prometido muere en Afganistan en una de las "misiones de paz" a las que son enviadas tropas del país. Entre el racconto de la boda trunca y la tristeza que genera en el pueblo la muerte del muchacho, Saviano recoge las experiencias del sur italiano respecto de su enrolamiento en el ejército. Visto como una fuente de trabajo con cierta estabilidad, millares de jóvenes de la zona se inscriben en las fuerzas militares como modo de escapar de la pobreza imperante en los poblados. En Nápoles y alrededores la última guerra no alude a la segunda guerra mundial sino a la invasión de Irak. Y entre los veteranos que participaron en acciones militares algunos fueron a Afganistan, otros a Somalía, alguno estuvo en los Balcanes y así hasta completar el mapa de estados que recibieron "ayudas humanitarias" con participación de italianos. Sus intentos de escapar de la pobreza a veces tienen amargos finales.
En "El anillo", el autor rememora la visita a su tierra de una novia nacida en el norte del país, ajena a la vida cotidiana de Nápoles. En el casamiento de un primo (la excusa que trajo a la muchacha por la ciudad) el muy joven Saviano percibe las miradas que su chica recibe y pone manos a la obra para conseguir un anillo que colocarle a ella para marcar territorio y evitar que algunos pesos pesados decidan tomarla para sí. Y ella sin entender la urgencia ni función del mismo.
Años después se reencuentra con la mujer (que luce ahora si un anillo grande de casamiento), también convertida en periodista. Enseguida ella pregunta por dos napolitanos que asisitieron a la boda y están muertos. "¿Eran camorristas, no?" La violencia del prejuicio, el estigma de haber nacido en esa región y la falta de conocimientos de las personas que no son nativos ni residentes de Nápoles terminan generando situaciones similares cuando las víctimas son transformados por anticipado en necesarios victimarios. Saviano repasa el contexto de la muerte de sus amigos cuyo mayor culpa fue nacer napolitanos.

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