MASSACRE EN EL LUNA PARK

Un verdadero lujo para este blog es contar con la reseña que viene a continuación: Miriam Eme Eme, perteneciente al staff de Stay Free, me ofreció hacer una crónica sobre Massacre en el Luna Park. A manera de lado b de la que publicara oportunamente allí, y como anticipo de lo que sucederá el próximo fin de semana en Captain Blue XL (Bulevard las Heras 124, Abasto), disfruten del texto que escribió especialmente para Anotaciones Rústicas. Los créditos de las notables fotos corresponden a Gonzzalo.

(por Miriam Eme Eme)

MASSACRE EN EL LUNA PARK – 06/09/2009

“Massacre es fuente de hierro, calcio, vitamina A, vitamina B ...y liberación mental. Música zombie para androides en el espacio exterior, una experiencia psíquica que cambiará tu vida por una mejor”.

Supe que Massacre haría un Luna Park hace varios meses: Buenos Aires post-Cromagnon está difícil para el rock, y el estadio Obras permanece cerrado por quejas vecinales. El año está difícil para el rock. Argentina está difícil para el rock.

Con la fecha original de agosto suspendida (la gripe A y la crisis económica dejaron al país en un estado de autismo) nos convocaron a concurrir el 06/09 al Estadio.

Yo iba con mi hija de 6 ½ años, con lo cual era platea o platea.

Y me tocó platea familiar: había en esas filas cabelleras canosas, muchos niños, embarazadas, y algunos jóvenes perdidos por allí. Fue sentarnos y ver el escenario poblado de caballos blancos, tarimas, los payasos de Walas y un aroma a circo que se nos iba metiendo por la nariz. El Luna estaba armado para agosto, con lo cual retrasarlo un mes no cambió mucho: había más gente, pero lo pensado para la gráfica y la puesta estaba intacto.

Como me contaba Fico post-Luna: “Ibamos haciendo listas tentativas y al final nos quedamos con una que la dejamos abierta para que durante los ensayos vayamos viendo como nos parecía y fuera pasible de cualquier modificación. En el caso del Luna particularmente, todo se fue dando a medida que iba saliendo el concepto del show global, no solo por los temas sino por la puesta. Al final quedo una lista conceptual dividida en actos”.

La lista dejó de culo a más de uno: temas no tocados por años (Ana, El Taxidermista), intervalos con cambios de vestuario (galeras, levitas, un reflejo de los anuncios), poquísimos invitados (La Tori en coros, Daro Mondello en guitarras acústicas, Mariano Castro en teclados), mucho mosh (polvareda total en La Octava Maravilla, La Epidemia, Sembrar sembrar, y los 4 bises: Mi mami no lo hará, Violence –con gente llorando- , La reina de Marte y Plan B) y un repaso por la historia de Massacre a través de 31 temas y casi 3 horas de show.

Leí por ahí que hay quienes se quejan porque el show decae por momentos. Lo siento, pero creo que es calculado: no es Massacre una banda que solo busque el salto, el grito, la ronda. Massacre toca fibras, entienden? Arman un show, y nos invitan a él.

Pero lo dirigen ellos.

Walas y sus palabras amorosas –mucho más acotadas que en el Obras del 2008-, Pablo Mondello y su pedalera ocupando medio escenario, con un solo que arrancó uno de los aplausos más compactos de la noche (en “La orquídea blanca”, mientras se escuchaba a uno del público gritar: “Aprendé, Mollo!” y la gente se reía), Fico al comando de la Mac y en segunda guitarra, y la alegría de verlo de pie todo el show sin necesitar butacas luego del accidente en que casi muere en enero del 2008, Bochi bien al frente, saltarín, corista, necesario primera línea al costado, y Charly Carnota que desde RIP hasta ahora es uno de los pocos tipos –junto con Ray Fajardo y algún otro- que puede pasarla bien en la batería y compartirlo.

Fueron 31 temas que repasaron toda la discografía, fueron casi 3 horas de show, fueron múltiples proyecciones, fue una puesta integral, fue una fiesta.

Un día yo voy a tener mucho dinero y los voy a poder trasladar a todos desde Córdoba y sentarlos junto a mí para que puedan vivir algo como esto.

Pero aún no es el momento, así que no se priven de vivir algo parecido el sábado 19 en Captain Blue XL.

Capaz no haya galeras, capaz no puedan trasladar los caballos.

Pero no les quepa dudas que el “mi amor” de Walas se dirigirá a ustedes como lo sentimos nosotros: porque son muchos años de disfrutar lo que se hace, cuando éramos 100 y ahora que fuímos 6000.

Y cuando se sacudan al grito de “Y encontrando una señal me podrías definir, si me das una señal...Y no ves mi atrás, lo que esconde ayer, decime, decime quién soy...” y hagan mosh y caigan recuerden que hay que tener mucho cuidado con lo que desean porque puede hacerse realidad.

Eso es Massacre: unos pibes tocando en una casa abandonada con la misma energía con que se suben al Luna Park, o se van a Córdoba o Santa Fe en una combi.

Disfruténlo los que puedan.

Nosotros lo seguiremos haciendo.