La noche del domingo hace rato se transformó en lunes por la madrugada pero muy pocos parecen preocuparse en las instalaciones de Casa Babylon. Sobre el escenario, Bomba Estéreo se empecina en tocar esas canciones híbridas que surgen al mezclar cumbia, champeta y otros ritmos afrocolombianos. Simón Mejía, fundador del grupo, coloca la dosis suficiente de electrónica para adaptar la música al siglo XXI. Y un torbellino humano que responde al nombre de Li Saumet se encarga del resto. La vocalista parece una fiera enjaulada. No se queda quieta jamás. Salta, corre, baila, canta, rapea con una energía desbordante. "Cumbia piscodélica de Colombia" grita mientras llegamos al final del set con Fuego. Arde el Abasto mientras todos los presentes mueven el cuerpo en sintonía con la música que emana de los parlantes. Imposible evitar el contagio.
En directo, la agrupación colombiana deja en segundo plano los tonos climáticos para hacer frente a un show con actitud rocker y muchísima onda. El numeroso público que se quedó hasta las 3:50 AM del lunes lo puede certificar.
Se puede chequear la propuesta estético-sonora en su my space (en temas como Huepajé, Cosita rica y Feelin') aunque en vivo la potencia, intensidad y energía de Bomba Estéreo se multiplican de manera exponencial. Más detalles sobre su performance en la edición 92 de la revista virtual El Vernáculo que aparece el próximo jueves.
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