lunes, 11 de octubre de 2010

LEYENDAS VIGENTES Y REALES



(Fotografías de Nicolás Escudero)



Mucha gente se aglomera en los alrededores del Teatro Griego. La ocasión lo amerita. Adentro no está lleno pero las gradas están bastante cubiertas. En reggae y derivados esta ciudad comienza a convertirse en una plaza con ciertas visitas internacionales, de aquellas que durante muchísimo tiempo se asemejaban a sueños de muy difícil concreción.
Poco después de las 9 de la noche comienza a tocar La Coca Fernandez. Más prolija que de costumbre, la banda cordobesa sacó a relucir sus mejores armas para entretener a los asistentes: canciones que ya probaron su efectividad (Los borrachos, Plegarias, Los barrios), arreglos de vientos gancheros y desparpajo sobre el escenario sin importar el marco ni los monstruos que toquen después. Para ello cuentan con el plus de su vocalista Sergio Fernandez. El tipo se mueve sobre las tablas como si estuviera en el patio de su casa: manda saludos, reclama que se bajen los precios de las bebidas, exige (y consigue) que el público le responda siempre.

La continuidad con Nonpalidece tuvo una excelente apertura. El medley para probar que cada instrumento suene como debe sonar tuvo a No, no, no (de Dawn Penn, aquí conocida por la versión de Mimi Maura) mientras Nestor Ramlajk arengaba a la multitud desde algún lugar detrás del escenario para desembocar en La flor como apertura formal. Luego, la banda bonaerense osciló entre hits como Danger man y Reggae del universo y otros temas más recientes (Juanito, Ay no!, El fuego en nosotros). Aún cuando la respuesta de la gente no fue la misma (el último cd apareció por un sello propio y no cuenta con alta rotación), la calidad en la ejecución y la capacidad del grupo están fuera de cualquer tipo de discusión.

Finalmente llegó la presencia histórica de Skatalites en tierras cordobesas. Años de espera, ilusiones, rumores, promesas incumplidas para llegar esa noche del sábado 9 de octubre que ya cedió su paso al domingo 10. Su clásica cuenta regresiva (esta vez en castellano) pone la piel de gallina justo cuando los vientos arrancan con Freedom sounds. Lo que vendría a continuación no se quedó atrás: James Bond, Latin goes ska, Guns of Navarone, Rivers of Babylon, Eastern standard time. En medio la bellísima voz de Doreen Shaffer, indiscutida reina del género desde hace añares con When I fall in love. Mi reseña se termina abruptamente: la emoción, el cansancio que me viene consumiendo, algo de alcohol se combinan para que mi cerebro pierda señal y se me apague el tele. Tengo que bajar un cambio.

No hay comentarios: