domingo, 8 de mayo de 2011

VOLVIÓ LA ALEGRÍA

(Fotografía: Eli Rodriguez)

Desde hace un buen tiempo los ritmos regionales se colaron en diferentes eventos con un nivel de aceptación muy interesante. Basta repasar la cartelera en cualquier ciudad medianamente grande para encontrar fiestas temáticas que cubren un espectro relativamente amplio. Una de las pioneras en el rubro es la Bubamara, enmarcada en los sonidos balcánicos. Justamente bajo ese paraguas, Babel Orkesta debutó el año pasado en Córdoba. Anoche, como atractivo central de una nueva Fiesta Gitana (de orientación más amplia que aquella, con espacio para lambadas, cumbias y mucho mestizaje), la compañía que combina música y actuaciones volvió a hacer de las suyas, para regocijo de los presentes que colmaron las instalaciones de La Fábrica.
Lo atractivo y paradójico del caso radica en el hecho de sonar novedosos con una propuesta que se encarga de rescatar elementos tan diversos como polca, chamamé, paso doble, klezmer y, por supuesto, aires balcánicos. El resultado de esa combinación es lo que sus integrantes denominan, con enorme acierto, música volcánica. Cada canción incluye distribución de roles, performances actuadas y constante feedback con el público que termina acoplado al calor abrasador que la compañía transmite. Generan un efecto contagio que se percibe y se siente en el ambiente. Imposible no prestarles atención.
En una marea de versiones instrumentales que cautivan por su espíritu celebratorio, sorprendió gratamente la inclusión de Miserlou (la canción insignia de la película Pulp Fiction) que no tenía previsto escuchar allí. Me dejaron la sensación de ser una banda que arma una fiesta allí donde vaya sin importar el marco de gente que los esté observando.Se fueron de la misma manera en que llegaron: deambulando entre los asistentes, tocando sus instrumentos e invitando al baile. Volvió la alegría a la ciudad de la mano de Babel Orkesta, en formato atípico y original. Ojalá se repita pronto.

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