domingo, 24 de mayo de 2009

HASTA ENCONTRAR

(Publicado en Recis)
La trasnoche del sábado en Casa Babylon arrancó con Qué te pasa Squash?, banda originaria de Arroyito, ciudad ubicada a 13 kilómetros de la capital cordobesa. "Vamos a tocar un poco de reegae y ska" aseguró su cantante como saludo. Lejos del purismo roots o los cuadritos negros y blancos, los muchachos se despacharon con covers de Fabulosos Cadillacs, La Vela Puerca y Redondos. El estilo de la banda se mueve por esos carriles y lograron arrancar aplausos en los escasos asistentes que se encontraban dentro del recinto cerca de las 2 de la mañana. Tras el intervalo llegó el turno de los locales Dale Roska, enrolados en el ska ultra veloz que popularizó Ska-P. Justamente sobre el final de su set llegará el clásico ibérico Legalización como broche para una andanada de ritmos estridentes y letras agitadoras. Sigo creyendo que lo mejor del grupo aparece cuando bajan algunos decibeles y muestran algunos otros matices a su ya probada capacidad para tocar rápido y furioso. Su relectura de Clandestino de Manu Chao es un buen ejemplo aunque ellos y sus seguidores no prioricen los compases más lentos. Prometieron tener su segundo disco a la venta para el próximo mes para oxigenar un poco los shows con nuevas melodías.
"Seguir caminando hasta encontrar un lugar, caminar buscando pensando que está" canta Juani Rodriguez al frente de Andando Descalzo. El reloj supera las cuatro de la mañana y Casa Babylon luce medianamente desierto. Hay gente pero la convocatoria está bastante lejos de la esperada, mucho menor de la que merecen las canciones simples, profundas y populares de los Descalzos. Y los observadores no pueden evitar aplaudir la insistencia del grupo en Continuar adelante. Es el tercer tema de un repertorio no muy extenso que arrancó con el público expectante y distante pero que terminó bailando las cumbias y cuartetos que se fueron sucediendo en el palylist de 18 componentes.
La melancólica Ilógico se entrecruza con la épica Volveré, las palmas de todos los presentes se unen para Flor; suenan la arrebatada Judas Priest , la divertida Luz y los cuartetos rockeados Mi golosina y Pantuflas (con Sergio de La Coca Fernández como invitado). Juani tira unos cuantos discos desde el escenario y pide que hagan correr el boca en boca para que su próxima visita a la ciudad tenga más público. Un poco más tarde, el vocalista se despedirá con un agradecimiento hacia los presentes asegurando que el viaje de 13 horas desde Mendoza (primer destino de la mini gira que también incluye un paso por Río Cuarto) valió la pena: "llegamos súper quemados y nos vamos felices".
Siguen empecinados en buscar su lugar hasta encontrarlo y está muy bien que la perseverancia se imponga al tedio y la indiferencia. Tienen letras, música y ganas para ganarse un espacio mejor en la consideración del público cordobés.

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