DOS VELAS

Me cuesta creerlo. Sigo afirmando aquellas intenciones iniciales que dieron vida a este espacio. Y me sigue sorprendiendo que alguna gente se suscriba para recibir las actualizaciones de estas anotaciones rústicas que suelo publicar. El blog cumple dos años de vida ininterrumpida. En ese tiempo pasó de todo: mis textos llegaron al papel, por primera vez me pagaron por escribir, me acostumbré a acreditarme para cubrir shows (aunque todavía me nieguen algunas solicitudes), comencé a colaborar con portales y blogs. Los libros ganaron lugar, la música cedió algo de espacio, me fui a vivir solo (un paso indispensable que sugiero llevar a cabo a todos/as).
Lo más saludable del asunto radica en el disfrute que siento al mantener el blog. No es casual que el perfil de la izquierda indique periodista. Me falta el detalle más importante: encontrar alguien dispuesto a contratarme pero no bajo los brazos. Podría insinuar secciones nuevas, un rediseño y alguna otra chuchería pero dudo que cumpla con esas promesas. Mis intenciones actuales apuntan a despegar definitivamente y convertirme en un periodista en ejercicio y rentado. Mientras tanto, la dinámica seguirá como hasta hoy aunque pueda aparecer algo diferente de vez en cuando.